el agustino padre morán
ya significó , en su día, que el topónimo cabeza
alude, con frecuencia, a la existencia de poblados fortificados.
tal puede ser el caso de la cabeza de béjar,
localidad que habría tomado el nombre de la presencia de una
eminencia rocosa, próxima al pueblo y coronada por los restos
de una antigua fortaleza, cuyos orígenes, bien pudieran remontarse
a la época prerromana, pero que alcanzó continuidad hasta
la alta edad media (siglos viii xi).
dicho relieve rocoso se conoce, popularmente, con
el nombre de el castillo. se trata de una fortificación
que se hallaba constituida por dos recintos; uno de ellos, exterior,
rodeando parcialmente la parte alta de la ladera del monte, y otro interior,
mejor conservado, que delimitaba la meseta superior del mismo. este
último recinto engloba un aljibe, construido en mampostería
y mortero de cal.
dada la proximidad de la cabeza de béjar a
la frontera establecida, en los siglos xii y xiii entre los reinos de
castilla y de león (regato de la mula), cabe pensar en que la
referida fortaleza desempeñara un papel estratégico durante
aquel tiempo.
probablemente fuera abandonada, como tantas otras,
a raíz de la reunificación de ambos reinos por parte de
fernando iii, el santo, en el año 1230.
en lo alto de la atalaya se observan también
restos de una fortaleza prerromana; en las talayuelas también
hay vestigios de fortificaciones antiguas, que nos retrotraerían
así mismo a la época prerromana.
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